A raíz de nuestra lectura de la Carta del Turismo Cultural de 1976, hemos llegado a conocer a esta
Raymond Lemaire. Fotografía: ICOMOS. |
Nos llamó la atención por ser uno de los firmantes de la misma, participando en aquel momento como Presidente de ICOMOS, y luego hemos podido conocer su gran influencia en Bélgica, donde llegó a crear un centro de conservación.
Para conocerlo un poco más os dejamos con la traducción de la reseña sobre Lemaire que ICOMOS hace de él de manera póstuma en su página Web:
Nacido el 28 de mayo de 1921 en Uccle, Bruselas, en una familia de arquitectos, Raymond Lemaire se formó en historia, historia del arte y arqueología, en la Universidad Católica de Louvain. Su tesis doctoral (1949) fue sobre “El Origen del Estilo Gótico en Brabante”. Profesor desde 1947, obtuvo su cátedra en 1954.
Es uno de los autores de la “Carta de Venecia”, que fue redactada durante el Segundo Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos en 1964, a petición de su colega y amigo Piero Gazzola. La “Carta de Venecia” sentó las bases para la creación de ICOMOS in 1965. Después de casi 10 años como Secretario General de ICOMOS, Raymond Lemaire sucedió a Piero Gazzola como Presidente de ICOMOS en 1975.
Profesor en muchas universidades, Raymond Lemaire fue sobre todo un "visionario, un maestro y un conservador sin igual”, en las palabras del Dr. Roland Silva, ex presidente de ICOMOS. Durante su vida, estuvo especialmente comprometido con la educación de los jóvenes profesionales. En 1976, fundó, como parte del Colegio de Europa en Brujas, el Centro para la Conservación de Ciudades y Edificios Históricos, bajo el patrocinio de ICOMOS. En 1981, el Centro se desplazó a la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). En ella se han formado hasta la fecha más de 700 jóvenes profesionales del patrimonio y hoy lleva el nombre de Centro Internacional para la Conservación Raymond Lemaire (RLICC).
Como tributo en su funeral en 1997, Françoise Choay resumió la esencia de la personalidad de Raymond Lemaire como sigue: “Para todos aquellos de nosotros que vinimos de las cuatro esquinas del mundo al Centro para estudiar, investigar, trabajar, explorar nuestro potencial, para todos nosotros, estudiantes, docentes, investigadores, y también para sus colegas, él fue simplemente «El Profesor»: una designación cariñosa que no sólo indicaba su conocimiento y autoridad, sino también el efecto de su presencia, aquella espiritualidad paternal que, en conversación con él, hacía que la otra persona sacara lo mejor de sí misma”. Esto, entonces, debería ser también el propósito de la Fundación Internacional Raymond Lemaire.
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